Guatemala - Encuesta Nacional De Salud Materno Infantil 1995

La ENSMI-95 se desarrolló en el marco de la tercera fase del programa mundial de Encuestas de Demografía y Salud (DHS) con el fin primordial de proporcionar, a quienes diseñan y administran programas de salud materno infantil y planificación familiar, información actualizada para el país y sus regiones sobre los niveles actuales de fecundidad y mortalidad, el conocimiento y uso de métodos de planificación familiar y fuentes de obtención, la salud materno-infantil, y la nutrición. La muestra estudiada es probabilística, multi-etápica, estratificada y con fracciones de muestreo variables. La ENSMI-95 estuvo constituida por dos tipos de cuestionarios: uno de hogares y otro individual para recolectar informa- ción sobre las mujeres de 15 a 49 años de edad y sus hijos menores de 5 años. Se completaron en total 11,297 entrevistas de hogares y 12,403 individuales. El trabajo de campo tuvo lugar entre el 19 de junio y el 15 de diciembre de 1995. Los resultados se pueden analizar a diferentes niveles de desagregación geográfica: para las siete regiones (Metropolitana, Norte, Nor-Oriente, Sur-Oriente, Central, Sur-Occidente y Nor-Occidente) y para el área de residencia (urbana y rural). CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES SERVICIOS BASICOS El proceso de concentración de la población guatemalteca en la zona urbana y, especialmente, en la ciudad de Guatemala, ha hecho más accesibles los servicios de salud y planificación familiar. Persisten las deficiencias en la conexión de los servicios básicos de electricidad, agua potable y alcantarillado en las zonas rurales y algunas urbanas. El aumento de servicios básicos, especialmente para la adecuada eliminación de excretas en la zona rural podría mejorar substancialmente los niveles de salud en la población. Se observa una ampliación de la cobertura educativa, con mejoras sustanciales en el nivel de educación de las mujeres, lo que ha contribuido positivamente a los cambios observados en la mortalidad y fecundidad. FECUNDIDAD Y PLANIFICACION FAMILIAR La fecundidad ha estado disminuyendo desde mediados de los años 70; en los últimos 15 años la disminución fue de un hijo por mujer. La proporción de embarazos no deseados es alta y la mayoría de mujeres, sobre todo en los grupos sociales menos favorecidos, manifiesta su deseo de no tener más hijos. El uso de métodos anticonceptivos se ha incrementado notablemente. En la actualidad 31 por ciento de las mujeres en unión usan métodos. El uso actual va más dirigido a la limitación del número de hijos que al espaciamiento entre ellos. Dados los patrones de preferencias reproductivas en Guatemala, es de esperar que continúe el incremento en el uso de anticonceptivos, entre las mujeres que aún no los usan. Deben reforzarse las campañas de educación, comunicación e información que generen conciencia de la importancia de materializar los ideales del tamaño de la familia y que el espacia- miento mayor entre los hijos es una medida de reducción de los riesgos de mortalidad infantil y materna. SALUD MATERNO-INFANTIL La mortalidad infantil ha disminuido considerablemente, pero es de esperarse, si se controlaran los factores de riesgo obstétrico vinculados con los patrones actuales de reproducción, que podría descender aún más, para lo cual se requeriría la ampliación de los servicios de salud y planificación familiar a las madres que ya tienen más de 3 hijos, especialmente aquellas mujeres que están teniendo hijos con intervalos menores de 24 meses. Para ello sería necesario reforzar la visión de la planificación familiar como un componente básico de salud pública. La atención profesional durante la gestación ha seguido en aumento, pero todavía dos de cada tres nacimientos ocurren como partos domiciliarios. Se requerirán esfuerzos especiales para mejorar la atención institucional de partos para el grupo indígena, en las zonas rurales y en la región Nor- Occidente. Los niveles de vacunación contra enfermedades de la niñez son altos, pero los niveles de vacunación completa son todavía bajos en algunas poblaciones y no hay la adecuada continuación de las terceras dosis en los casos que se requieren. Se observan disminuciones en los niveles de la desnutrición entre los niños menores de 5 años, pero entre los niños de mujeres con menos de educaci6n secundaria los niveles de desnutrición son todavía inaceptablemente elevados. Es recomendable diseñar programas especiales de alimentación y nutrición en los departamentos de la región Nor-Occidente, en particular en Huehuetenango y Quiché, donde la desnutrición crónica presenta los niveles más altos del país. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES GENERALES En general, ENSMI-95 permite documentar que se han producido muchas mejoras en el campo de la educaci6n, la salud y la planificación familiar, pero a su vez detecta y confirma los profundos desniveles entre grupos poblaciones. Los servicios están concentrados en las capitales de los departa- mentos, donde se encuentran las condiciones más favorables. En la zona rural persisten situaciones desfavorables con altos niveles de fecundidad, de mortalidad infantil, y mortalidad materna, baja cobertura de vacunaciones y niveles de desnutrición relativamente altos. Se recomienda reforzar las fuentes estadísticas, fundamentalmente las encuestas por muestreo, para poder hacer el seguimiento adecuado de la situación social del país, sobre todo en lo relacionado con la salud materno infantil y la planificación familiar, con el fin de facilitar la identificación de los grupos de riesgo obstétrico y el seguimiento de los programas de desarrollo. METAS PROGRAMATICAS La participación repetida en el programa mundial de Encuestas de Demograffa y Salud (pro- grama DHS), ofrece la oportunidad única a planifi- cadores y administradores de fijar metas concretas, a mediano plazo, y a nivel de regiones administra- tivas, en el campo de la salud materno infantil y planificación familiar. Las metas fijadas ahora serían evaluadas con la ejecución de una nueva ENSMI en el año 2000. Ejemplos de metas concretas serían: En el campo de la fecundidad, reducción de la Tasa de Fecundidad Total al promedio nacional (5.1 hijos por mujer) en el área rural, las regiones del Norte y Sur del país, especialmente en los departamentos de población indígena: Chimal-tenango, San Marcos, Huehuetenango, Quiché, y Alta Verapaz. En el campo de la planificación familiar, expan- sión de servicios de planificación familiar para alcanzar una prevalencia de uso de métodos modernos de 60 por ciento en la región Metro- politana y eliminar la brecha existente en el área rural y para el grupo indígena. En el campo de la atención del parto, puede fijarse como meta que el 75 por ciento de los partos sean atendidos en servicios de salud en los departamentos de población indígena y con énfasis en el área rural. Una meta de inmunización completa y oportuna para por lo menos dos terceras partes de los niños de 1 año podría establecerse para todo el país, pero en especial para los departamentos de la región Norte. En el campo de riesgo reproductivo, reducción de los nacimientos en categorías de riesgo elevado de mortalidad del 10 por ciento o más al 5 por ciento, como mínimo. Para ello se requeriría el diseño de programas especiales para las mujeres que ya tienen 3 hijos y aquéllas que están en riesgo de dar a luz con intervalos de menos de 24 meses. En el campo de la nutrición infantil, podría esta- blecerse una meta de reducción de la desnutrición crónica agúda y global a los niveles promedios observados actualmente en otros países de la región y con particular énfasis en la región Nor- Occidente (de 70 al 25 por ciento), Sur-Occidente y Norte (de 60 y 55 respectivamente a 25 por ciento).

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Author Instituto Nacional de Estadística (INE)
Last Updated May 21, 2020, 11:46 (UTC)
Created March 16, 2020, 14:14 (UTC)
Release Year 2012-08-08 14:52:27