Nicaragua - Encuesta de Demografía y Salud 1998

La ENDESA-98 se desarrolló en el marco de la tercera fase del programa mundial de Encuestas de Demografía y Salud (DHS) con el fin de proporcionar, a quienes diseñan y administran programas de salud y planificación familiar, información actualizada para el país con representatividad departamental sobre los niveles actuales de fecundidad y mortalidad, el conocimiento y uso de métodos de planificación familiar y fuentes de obtención, la salud materno-infantil, la nutrición, el SIDA y la Violencia Doméstica como los temas más relevantes. La información obtenida en la ENDESA-98 viene a complementar otras fuentes de información como la Encuesta de Salud Familiar de 1993, la Encuesta de Medición de los Niveles de Vida de 1993, el Censo de 1995 y la Encuesta de Medición de los Niveles de Vida de 1998, para examinar tendencias en la mortalidad en la niñez, la fecundidad y el uso de la anticoncepción entre otros. La muestra de la ENDESA-98 es probabilística, multi-etápica, estratificada y con fracciones de muestreo variables. Los datos de la ENDESA-98 se recolectaron con tres cuestionarios: uno para la información de hogares y dos cuestionarios individuales uno para recolectar información de mujeres de 15 a 49 años de edad y de sus hijos menores de 5 años y el otro dirigido a hombres de 15 a 59 años. Se completaron en total 11,528 entrevistas de hogares, 13,634 individuales de Mujeres (se aplicó el Módulo de Relaciones en el Hogar a 8,507 mujeres en unión o alguna vez unidas) y 2,912 entrevistas de Hombres. EL levantamiento de la Encuesta tuvo lugar entre el 1 de Diciembre de 1997 y el 31 de Mayo de 1998. Los resultados se pueden analizar a diferentes niveles de desagregación geográfica: para las tres regiones naturales (Pacífico, Centro-Norte y Atlántieo), para los 15 departamentos y las dos regiones antónomas del Atlántico (RAAN y RAAS). CARACTERISTICAS GENERALES Nicaragua está ubicado en el centro de América, con una extensión territorial de 119,838 kilómetros cuadrados (no incluye la extensión de los lagos Cocibolca y Xolotlán), cuenta para 1998 con una población estimada de 4,806,700 habitantes. Este número de personas implica un ritmo de crecimiento de aproximadamente tres por ciento anual y con una población compuesta mayoritariamante por niños, (43 por ciento tienen menos de 15 años). La forma principal de como ocupa el territorio nacional es el de asentamientos predominantemente urbanos, no concentrado ya que el 59 por ciento de la población vive en localidades caracterizadas como urbanas, (localidades con más de mil habitantes y alguna que otra infraestructura de desarrollo social). La distribución territorial nicaragüense históricamente se ha estudiado en tres grandes macro regiones conocidas como: Región del Pacifico, Atlántico y Central, aunque su división política territorial comprenda 15 departamentos y dos regiones antónomas, siendo en estas dos últimas donde se encuentra asentada la mayoría de la población miskita y sumo del país, por lo que hacen de éste un país multiétnico y con diversas culturas. El hogar es la unidad familiar donde se organizan los nicaragüenses para suplir sus necesidades morales, espirituales y materiales y en un 31 por ciento de éstos tiene como jefe a una mujer asumiendo ésta las principales decisiones en el seno del hogar cuyos miembros que en promedio llegan a ser, aproximadamente 5.5 personas. De cada 100 hogares nicaragüenses, 15 tienen por lo menos un niño "adoptado", es decir, niño menor de quince años que no vive con sus padres naturales. Entre la poblaci6n masculina y femenina de seis años o mås el 23 y el 22 por ciento, respectivamente, no presentan ningún nivel de educación formal siendo los máximos valores en los niños de 6 a 9 años y en los mayores de 45 años. La poblaci6n con algún nivel de educaciún primaria representa el 49 por ciento para cada sexo y los que tiene estudios de secundaria son el 21 y 24 por ciento para hombres y mujeres respectivamente, mientras que la población con educación superior es de sólo el 5 por ciento en los hombres y 4 por ciento en las mujeres. La dotaci6n de servicios higiénico sanitario, a pesar de la importancia de los mismos, no están disponibles en todas las viviendas; por ejemplo, el 64 por ciento de las viviendas tienen agua potable a través de la red pública (tubería), un poco menos de la cuarta parte d o las viviendas eliminan en condiciones aceptables las excretas (inodoro), aunque más del cincuenta por ciento de las viviendas utilizan foso o letrina para los desechos. Otro tipo de servicio no menos importante es el de dotación de electricidad, en este caso en 70 por ciento de los hogares se alumbran por energía eléctrica. Aproximadamente dos de cada tres hogares nicaragüenses tienen acceso a los medios de comunicación hablados. El 78 por ciento cuenta con aparato de radio y 56 por ciento con televisor. Por último, cabe destacar que en los hogares rurales, dos de cada diez no dispone de ninguno de los bienes investigados en la encuesta, (radio, plancha, abanico, cocina, televisor, refrigeradora, lavadora, aire acondicionado, teléfono). Entre las mujeres en edad fértil prevalece la unión libre con el 33 por ciento de ellas, (el total de mujeres en estado marital estable es de 59 por ciento), casadas el 26 por ciento y el 17 por ciento están separadas, viudas o divorciadas. Por otro lado, el 16 por ciento no tienen ningún nivel edncacional, el 40 por ciento tienen algún año de estudio o prímada aprobada, 38 por ciento de estudios secundados y en el otro extremo tenemos que el 7 por ciento han aprobado algún año universitario. PRINCIPALES RESULTADOS FECUNDIDAD De acuerdo con la información disponible, la fecundidad ha venido descendiendo en las tres últimas décadas, coadyuvaron a este descenso los mayores níveles de escolaridad de la población, la urbanización creciente y el mayor conocimiento y uso de métodos anticonceptivos. Tomando como referencia a la ESF-93, la fecundidad disminuyó en un 15 por ciento, se pasó de un promedio de 4.6 hijos en esa encuesta a 3.9 en la ENDESA-98, un cambio signíficativo consíderando el hecho de que ocurrió en unos cinco años. La estructura de la fecundidad por edades responde a una cúspide temprana, las tasas más elevadas se tienen en las mujeres de 20-24 años, es evidente, por otro lado, los niveles más elevados de las tasas en el ámbito rural, con respecto al urbano. En este contexto, las mujeres del área rural tienen en promedio más de dos hij os que las urbanas (5.4 es. 3.1, respectivamente); este diferente comportamiento reproductivo tiene como consecuencia que, aunque las mujeres rurales de 15-49 años son el 35 por ciento del total, ellas aportan con el 55 por ciento de todos los nacimientos. PLANIFICACION FAMILIAR CONOCIMIENTO Y USO DE METODOS El conocimiento de métodos anticonceptivos en Nicaragua está generalizado. Prácticamente todas las mujeres nicaragüenses han oído hablar de métodos modernos de regulación de la fecundidad. Los méto- dos más conocidos son las pastillas, la esterilización femenina, las inyecciones y el condón. El 60 por ciento de las mujeres actualmente unidas manifestó estar usando métodos en 1998. Este nivel de uso representa un aumento importante en comparación con el nivel observado de 49 por ciento en la ESF-93. Si bien el mayor aumento entre 1993 y 1998 se registró en el uso de la esterilización al pasar del 19 al 26 por ciento (un aumento de más de un punto porcentual por año), también el uso de las inyecciones aumentó de forma considerable (de 1 a 5 por ciento). Por otro lado, el uso de las pastillas aumentó ligeramente su participación relativa en el conjunto de métodos usados, siendo usadas por cerca de un 14 por ciento de las mujeres. El uso de métodos tradicionales es mífflmo en Nicaragua. La mayor prevalencia de uso de métodos se encuentra entre las mujeres de mayor nivel de ins- trucción y las residentes en las áreas urbanas; a nivel de departamento, sobresalen León, Rivas, y Chontales donde 65 por ciento de las mujeres usan métodos modernos. El sector público en Nicaragua, especialmente los hospitales y los centros de salud, desempeña un papel predominante en el sum'm'istro de anticonceptivos, con una cobertura de más de 60 por ciento de las usuarias actuales de métodos modernos de planificación familiar. Las farmacias constituyen la principal fuente para los llamados métodos de suministro (pfldora, inyección, condón y métodos vaginales). LA NECESIDAD DE PLANIFICACION FAMILIAR El uso de métodos anticonceptivos, la planificación del actual o del último embarazo, y las intenciones reproductivas relaUvas a espaciar o limitar los nacimientos, permiten una aproximación respecto a las necesidades o a la demanda de los servicios de planificación familiar. Según la encuesta, un 15 por ciento de las mujeres unidas presentan necesidades no satisfechas de planificación familiar, casi el 60 por ciento de ellas, están proclives a limitar los nacimientos, mientras que el resto optaría por espaciarlos. Esta necesidad no satisfecha decrece con la edad, es del 27 por ciento en las adolescentes, con un componente mayoritario por espaciar (alrededor del 80 por ciento), es del 20 por ciento en 20-24 años, con un ligero predominio por espaciar, entre los 25-39 años toma valores entre 12-13 por ciento y es inferior al 10 por ciento en las mujeres unidas de 40-49 años (a partir de los 25 años, tiene un componente mayoritario, la limitación de los nacimientos). El porcentaje correspondiente a las mujeres en unión del área mral, casi duplica al urbano (20 vs. 11, respectivamente), con un claro predominio por limitar, en vez de espaciar los nacimientos, (12 y 8 por ciento). Estas necesidades insatisfechas, alcanzan al 25-26 por ciento en la RAAN y Jinotega, siendo del 13 o menos en Estelí, Masaya, León, Nueva Segovia, Granada, Managua y Rivas y es cuatro veces superior entre las mujeres unidas sin instrucción y aquellas con educación superior (22 y cinco por ciento, respectivamente). DEMANDA TOTAL DE PLANIFICACION FAMILIAR La demanda total, es el resultado de sumar los porcentajes de mujeres con necesidades tanto insatisfechas como satisfechas de los servicios de planificación familiar, a ellas se agregan las mujeres embarazadas o amenorréicas, que tuvieron una falla en el método que estaban usando. Esta demanda total, alcanza al 76 por ciento del conjunto de mujeres unidas (la demanda total por limitar más que duplica a la demanda total por espaciar, 53 y 23 por ciento, respectivamente); por edad, la demanda total, que es del 68 por ciento en las mujeres unidas de 15-19 años, sube hasta el 83 en las mujeres de 30-39 y resulta de solo 55 por ciento, a los 45-49 años; a medida que aumenta la edad y las mujeres van logrando su ideal reproductivo, cobra cada vez mayor significación, la demanda total tendente a limitar los nacimientos. Las mujeres urbanas superan a sus similares rurales en seis puntos porcentuales (79 vs. 73), siendo similar el porcentaje en la demanda total por espaciar (23 por ciento), por consiguiente, la diferencia se tiene en la demanda total por limitar los nacimientos (55 vs. 50, por ciento). En general, en los departamentos de mayor nivel de fecundidad, se presenta una demanda total más baja (RAAN y Jinotega, 69 y 64 por ciento); en los de menor fecundidad, se alcanzan valores más elevados, alrededor del 80 por ciento en Estelh León, Managua, Carazo y Rivas, el valor más alto corresponde a Chontales (82 por ciento). Estas diferencias en el nivel de la fecundidad, conducen a contrastes parecidos, cuando se observa la escolaridad de las mujeres, la menor escolaridad se asocia con una demanda total menor (68 y 75, por ciento) en las mujeres sin instrucción y con 1-3 años de primaria, hasta 80 por ciento y valores cercanos, para las mujeres con 4-6 años de primaria y con educación superior. DETERMINANTES DE LA FECUNDIDAD La proporcíón de las mujeres casada o unidas del área rural es del 67 por ciento del total de mujeres que se encuentran en edad fértil este porcentaje es mucho más alto que el de las mujeres urbanas, (55 por ciento); esta diferencia, posiblemente, está relacionada a la mayor participación de las mujeres rurales en las uniones consensuales, 39 por ciento contra 30 por ciento de las mujeres urbanas. El cincuenta por ciento de las mujeres de 20 a 49 años iniciaron su primera unión a la edad de 18.2 años, (edad mediana), dicha edad coincide plenamente con la edad mediana en la primera relación sexual o inicio de la procreación. Entre las mujeres de los departamentos del centro montaña del país en un cincuenta por ciento tuvieron su primera uniún, en promedio, a los 17.5 años al contrario de las mujeres de Managua y de los departamentos del Pacífico quienes presentaron un valor arriba de los 18.5 años en la edad de iniciación de la primera unión. PREFERENCIAS REPRODUCTIVAS El número ideal de hijos declarados por las mujeres es inferior a tres, un hijo de diferencia con respecto a la fecundidad efectiva (comportamiento muy similar en los hombres, también un hijo menos es el número ideal). En las mujeres urbanas el ideal es algo inferior a un hijo, con respecto al promedio real de hijos tenidos, y es de más de un hijo y medio en las mujeres rurales; reducciones cercanas a los dos hijos hubieran tenido las mujeres de los departamentos de mayor nivel de fecundidad (Jinotega, la RAAN y Río San Juan). También reducciones de dos hijos hubieran experimentado las mujeres de menor nivel de escolaridad, de menor significación hubiera resultado en las mujeres con educación secundaria y cumplen con el número ideal de hijos las mujeres con educación superior. Un 41 por ciento de las mujeres y el 38 por ciento de los hombres declaran que el número ideal de hijos es dos, la cuarta parte, tanto en mujeres como en hombres, coinciden en que el número ideal de hijos es tres. De acuerdo con los resultados obtenidos, dos de cada tres nacimientos corresponden a un evento deseado, un 16 por ciento de las mujeres hubiera preferido el hijo más adelante y el 17 por ciento restante, declara que no deseaba más hijos. MORTALIDAD INFANTIL NIVELES Y DIFERENCIALES DE LA MORTALIDAD INFANTIL La reducción de la mortalidad en niños menores de 1 año y menores de 5 años en el presente decenio, constituye una de las metas establecidas en la Cumbre Mundial en favor de la Infancia. Nicaragua se enmarca dentro del proceso de descenso de la mortalidad en América Latina y a pesar de una situación socio-económica no muy favorable ha sido posible disminuir en forma importante la mortalidad infantil. Partiendo de los niveles de hace más de 20 años encontrados con la encuesta, la mortalidad infantil ha experimentado una notable reducción en sus niveles en el orden del 60 por ciento (pasando de 100.5 por mil a 40 por mil) al igual que sus componentes (y la de los menores de 5 años (sqo)), siendo la mortalidad de los niños de 1 a 4 años, como es lo esperado, la que más rápido descendió con 74 por ciento. ALTO RIESGO REPRODUCTIVO La ENDESA-98 permite estimar en qué medida la mortalidad en Nicaragua es sensible a los patrones reproductivos de la población, en lo que se refiere a edades extremas de la madre al nacimiento de los hijos (mujeres menores de 18 y de 34 a más años), intervalos cortos entre nacimientos (menos de 24 meses), y orden de nacimiento mayor de 3. El mayor riesgo lo constituye el de orden de nacimiento mayor a 3 con 19porciento. Los niños que además de ser hij os de mujeres con menos de 18 años, nacieron después de un intervalo intergenésico inferior a 24 meses tienen una probabilidad de morir, tres veces mayor que la de aquellos nacidos en categorías fuera de riesgo. En el caso de los hÖos de mujeres mayores de 34 años y que están precedidos por un intervalo menor de 24 meses y además pertenecen a un orden de nacimiento superior a 3, la probabilidad de morir es 2.5 veces mayor. SALUD MATERNO INFANTIL ASISTENCIA PRENATAL Y AL PARTO El 81 por ciento de los nacimientos vivos en los últimos cinco años contaron con atención prenatal por personal calificado y el 65 por ciento tuvieron asistencia calificada en el parto. En ambos casos, menos de un cuarto de la asistencia fue obtenida de un ginecólogo u obstetra. En el 12 por ciento de esos nacímientos, sus madres no recibieron nínguna dosís antítetáníca, aunque sólo un 64 por cíento nacieron en instituciones de salud, estos últimos ocurrieron especialmente en las áreas rurales. Según los datos de la ESF-93, se han alcanzado mayores coberturas de estos servicios. Según la declaraci6n de la madre, 9 por ciento de los niños pesaron menos de 2500 gramos, pero el 30 por ciento consideraron que sus hijos fueron pequeños o más pequeños que el promedio. Más de la mitad (58 por ciento) tuvieron parto normal, 28 por ciento se enfrentaron a un trabajo de parto prolongado y 28 por ciento sufrieron sangrado excesivo, las infecciones vaginales se le presentaron al 8 por ciento de las madres y 3 por ciento convulsionaron. Las proporciones de infecciones vaginales y convulsiones se presentan mas altas en las madres de los niños que murieron después del nacimiento. Un 15 por ciento de los partos se realizaron con operaci6n cesárea, principalmente en el Managua (25 por ciento) y entre las mujeres de mayor instmcci6n (45 por ciento). VACUNARION Entre los niños de 12 a 23 meses se observa que el 72 por ciento han sido totalmente inmunizados. El 95 por ciento recibió la vacuna contra la tuberculosis (BCG), 80 por ciento tiene las tres dosis de DPT y 83 por ciento las tres dosis de antipolio y el 86 por ciento, la antisarampionosa. El 56 por ciento de esos niños habían recibido su esquema completo en el primer año de edad. El 25 por ciento de los niños, tienen un esquema incompleto de vacunación y 2 por ciento no tienen ninguna. INFECCIONES RESPIRATORIAS AGUDAS (IRA) Uno de cada cuatro niños menores de cinco años tuvo infecci6n respiratoria aguda durante las dos semanas anteriores a la encuesta y 23 por ciento presentaron fiebre. El 58 por ciento de los niños con IRA fueron llevados a una instimci6n de salud. Las IRA's afectan mayormente los grupos menos favorecidos de la población, esto es los hijos de madres con bajo o ningún nivel de instrucción. Los niños de 2 años fueron particularmente afectados (33 por ciento). ENFERMEDADES DIARREICAS AGUDAS (EDA) Y REHIDRATACION ORAL Los niños que tuvieron enfermedades diarréicas agudas, durante las dos semanas anteriores a la encuesta, fueron el 14 por ciento, porcentaje menor al encontrado por la ESF-93 (17 por ciento). Los niños de seis a once meses de edad tuvieron la más alta prevalencia (24 por ciento). LACTANCIA La lactancia es una práctica generalizada en Nicaragua, pero disminuye rápidamente con la edad del niño. A casi cuatro de cada cinco niños se les dio leche materna durante la primera hora. El promedio de meses de lactancia entre los niños menores de tres años es de 15 meses y de la lactancia exclusiva 2. I meses. Aunque la mitad de los niños, lactan menos de 12 meses y toman exclusivamente leche materna, menos de 2l días. NUTRICION DE LOS NIÑOS Entre los menores de cinco años 25 por ciento (9 por ciento severa) sufren de desnutrición crónica o retardo en el crecimiento (corta talla para la edad), alrededor del 2 por ciento sufre de desnutrición aguda o emaciación (adelgazamiento exagerado para la estatura) y el 12 por ciento sufre de desnutrición global o bajo peso para la edad. El problema de Nicaragua es la desnutrición crónica, que se ha extendido desde 1993 (la EMNV-93 encontró a un cuarto de los niños en esta condición). A partir de los seis meses, el porcentaje de desnutridos aumenta, llegando al 30 por ciento entre los niños de un año de edad. El porcentaje de niños varones supera el de las niñas en 4 puntos porcentuales, del área rural casi dobla al de la urbana y el de los hijos de mujeres sin instrucción quintuplica el de los hijos de mujeres instmidas. NUTRICION DE LAS MUJERES Las mujeres nicaragüenses de 15 a 49 años tienen en promedio corta estatura (154.1 cm.) y sobrepeso (IMC=24.9). No presentan mucho problema de desnutrici6n (4 por ciento de desnutridas), salvo entre las mujeres sin hijos, que son en general las más jóvenes (8 por ciento). Por el contrario, el porcentaje de obesas asciende a 14 por ciento y éste se eleva a un 25 por ciento, entre las mujeres de 35 años y más. CONOCIMIENTOS SOBRE EL SIDA Debido a las campañas que se estuvieron pasando hace algún tiempo por la radio y por la televisi6n nicaragüense, muchas personas han oído hablar del Síndrome de Inmuno Deficiencia Adquirida o SIDA; sin embargo, ésto no garantiza que los contenidos de la campaña le lleguen con claridad a toda la gente. Todavía hay mujeres que no saben que algunas personas que parecen saludables pueden tener el virus del VIH, o que el SIDA es una enfermedad fatal. Pese a ello, casi seis de cada diez mujeres saben que se puede evitar usando el condón y una cuarta parte piensa que se evita teniendo un solo compañero sexual. Estos valores son similares a las respuestas dadas por los hombres, 65 y 22 por ciento respectivamente. Nueve por ciento de las mujeres cree que sus riesgos de contraer la enfermedad son grandes y 6 por ciento reconoció una probabilidad moderada. Sin embargo, son los hombres quienes creen tener mayor riesgo de contraer el SIDA (20 y 11 por ciento respectivamente). Con todo esto, 75 por ciento de los hombres y 41 por ciento de las mujeres han cambiado su comportamiento sexual desde que ellos escucharon por primera vez del SIDA. VIOLENCIA DOMESTICA Los resultados de la ENDESA-98 indican que 29 por ciento de las mujeres alguna vez en unión han recibido algún maltrato físico o sexual. La prevalencia de abuso físico y sexual es mayor entre las mujeres del área urbana, de menor nivel educativo, y con un mayor número de hijos vivos. De las mujeres que reportaron algún abuso ffsico en su vida, 43 por ciento indicaron que estos episodios sucedieron durante los últimos 12 meses. De igual manera, en el 57 por ciento de los casos de mujeres con abuso físico o sexual, sus hijos estaban presentes y a otro 36 por ciento de esta mujeres el abuso sucedió mientras estaban embarazadas.

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Field Value
Author Instituto Nacional de Estadlsticas y Censos (INEC); Ministerio de Salud (MINSA)
Last Updated May 21, 2020, 12:08 (UTC)
Created March 16, 2020, 15:56 (UTC)
Release Year 2012-08-09 13:44:12